La atención centrada en la persona, un viaje sin fin. Por Teresa Martínez
Abordar cambios en los centros y servicios tradicionales para hacer efectivo un modelo de atención centrada en la persona no es tarea fácil ni algo que se consiga en un corto periodo de tiempo.
Este blog, que con esta primera entrada se inaugura, se ha creado precisamente para facilitar la reflexión y el intercambio de experiencias, conocimientos y opiniones sobre distintos asuntos que tienen que ver con la aplicación de la atención centrada en la persona en los centros y servicios gerontológicos. Su propósito es completar la información disponible en www.acpgerontologia.net ofreciendo un espacio que aborde temas de actualidad y permita cierta interactividad.
Como señala Susan Misiorski, miembro de red norteamericana impulsora del cambio cultural en residencias Pioneer Network “la atención centrada en la persona no es un destino, es un viaje que no tiene fin”.
Esta frase apunta certeramente hacia una de las desviaciones que pueden acaecer en la aplicación de estos modelos: plantearse la atención centrada en la persona como una meta a la que se llega cuando se consiguen una serie de cambios. Un planteamiento que entraña el peligro de obviar la esencia de la apuesta, que no es ni más ni menos que lograr un cambio en la cultura organizativa con todo lo que esto conlleva: armonizar la organización, los roles profesionales y las actuaciones con una visión de las personas orientada desde el continuo empoderamiento del otro y el derecho a la autodeterminación de las personas usuarias, incluso en los casos donde existe un deterioro importante.
Son muchas las dudas de los equipos y servicios que se apuntan a este viaje. Cada organización, cada centro, cada equipo responde a una realidad singular y las respuestas no tienen por qué ser similares a las de otras experiencias o recursos. Son numerosos los asuntos que todavía no tienen respuestas claras basadas en conocimientos debidamente contrastados.
Tenemos mucho trabajo por delante, no solo en cuanto a la aplicación efectiva de modelos de atención inspirados desde la orientación a las personas sino también en relación a la necesidad de una mayor conceptualización de estos modelos y de sus diferentes componentes. También se precisa avanzar en el diseño de intervenciones afines basadas en la evidencia científica y en el desarrollo de sistemas de evaluación que permitan la constatación del progreso y den cuenta de los resultados obtenidos.
Estamos en un momento de creciente interés hacia lo que este enfoque de atención propone, lo que nos sitúa en un planteamiento crítico con modelos de atención tradicionales, como ya ha sucedido hace décadas en otros países desarrollados.
Ello nos enfrenta a algunos retos y riesgos. Retos que señalan el apasionante camino por recorrer y las numerosas respuestas que debemos ir construyendo. Riesgos que hemos de prevenir para que el cómo no acabe alterando y pervirtiendo el qué.
¿Soluciones? ¿Antídotos? Acudamos a los clásicos: creencia, formación y rigor. Y sobre todo, ser conscientes de que estamos ante un cambio de gran “calado” y ante un tránsito, largo, en el que las «fórmulas mágicas exprés» o “tomar atajos” no es lo mejor.
Publicado por Teresa Martinez